miércoles, 9 de febrero de 2011

¿Crisis? Es para pensar...

   
            Yo este fin de semana no he hecho mucho. He leído bastante. Sobre todo prensa y mucho de Internet. Y claro… piensas.
            ¿Qué coño está pasando en occidente?
            ¿Estamos tan amaestrados que somos incapaces de protestar?
            Han llegado a prohibir fumar en donde mas a gusto lo hacía la gente y ni siquiera se ha chistado (excepto algún caso aislado, que a veces pienso si no estaría pactado de antemano).
            Es increíble. Una necesidad tan potente como es el consumo de tabaco, que llega a tratarse como enfermedad por lo que cuesta dejarlo, con todos sus componentes adictivos, tanto físicos, como químicos y psicológicos, llega el gobierno de turno y de la noche a la mañana  prohíbe fumar a toda una población. ¡Millones de personas! Y al día siguiente nadie fuma. ¡Alucinante! ¡Qué poder de convicción!
            Algo tan arraigado en nuestras costumbres, algo que engancha tanto, y de un plumazo  cambian el hábito. Y eso que la propia industria tabaquera ya se ocupa de gastarse muchos millones de euros (o dólares) en asegurar, promulgar y publicitar que “dejar de fumar es muy difícil”. Les interesa que el subconsciente colectivo (¿o será inconsciente?) funcione así, y de esa manera seguir vendiendo la droga. Y los Estados recaudando de los grandes beneficios que les suponen las tasas e impuestos que llevan incorporadas esas ventas. ¡Que hipocresía! A las pruebas me remito:
            - No te dejo fumar aquí dentro pero si te vendo el tabaco… espera que le doy al botoncito…
           
            ¿Y aquí no pasa nada? No es algo banal. Parece que  todo funciona igual.

Es para pensar…

Movimiento al límite

            Los egipcios (y los tunecinos, yemeníes, argelinos, libios, sirios... se están
enterando) se han saltado el toque de queda… con dos cojones. Un toque de queda es algo serio. Pueden matarte impunemente por salir a la calle… y se lo han saltado. Como muchas otras acciones que están realizando en países dónde solamente por opinar diferente te la juegas. Y están en la calle echando a los tiranos. Desafiando a ejército y policía, que allí no son exactamente hermanitas de la caridad o policías de cercanía, de esos del barrio.
            Y los poderes políticos y económicos mundiales miran asépticamente desde lejos, desde sus poltronas. Ningún gobierno extranjero se moja. Habrá intereses estratégicos (control de la zona), comerciales (Canal de Suez), frente al integrismo islámico… vaya usted a saber
            ¿Por qué se actuó contundentemente en Irak y aquí no?
           
            En las dictaduras árabes se está moviendo la población, y algunos desde las otras civilizaciones comienzan a ver ahora, además, que árabe no es sinónimo de musulmán, ni musulmán lo es de terrorista ¡Ya era hora! Y comienzan a ver que se mueve una población oprimida que no aguanta más. Que la religión no es el motor. Es el hambre de la gente y el afán por mejorar. Y eso no sabe de fronteras ni de religiones. A todos nos gusta estar calientes en invierno y frescos en verano. Y comer a diario. Y decir lo que nos venga en gana. Y…
            Y da cierta envidia ver esto desde algunos países en los que tuvimos que ver morir al dictador en su cama y aguantar su represión, sin levantar apenas la cabeza. Eran otros tiempos, pero…

Es para pensar…

Libertad para elegir nuestro destino.

            Pues sí. Allí se saltan el toque de queda y en cambio aquí, con todas las libertades que nos han dado (las que han interesado al Sistema), somos incapaces de gritar cuando nos están pisando. Y eso que aquí hay libertad de expresión.
            Pero esto no implica que esa libertad nos permita cambiar el rumbo fácilmente. El Sistema es el que es y tiene sus propias reglas (leyes). Muchas. Y se van ampliando cada vez más. Asegurando la permanencia de este régimen en el tiempo. Puedes elegir, pero solamente entre lo que se te ofrece. No te salgas del tiesto.

            Cada 4 años podrás aportar, con tu voto, tu conformismo y elegir entre 2-3 opciones. No más, seguro. El resto suele ser relleno para el Sistema, y una forma de decir que casi todas las opciones tienen cabida.
            Casi todas, sí, porque siempre hay límites y aunque alguna iniciativa diferente sea apoyada por un numero suficiente de ciudadanos, el Sistema puede decir que esos ciudadanos están equivocados y esa opción quedará fuera del juego.
Normalmente elegirás la opción que para ti es “la menos mala”. ¿A que te es familiar la frase “No sé a quién votar”? Triste ¿no? Porque no existe “la más buena”. Porque todas se mueven a partir de intereses. Y todas estás sujetas a servidumbres.

Pensemos a nivel local.
           
            ¿Por qué tenemos partidos políticos que siguen usando terminología pasada de moda: derecha, izquierda, socialista, comunista? ¿Quién es la derecha, quién la izquierda? ¿En qué se diferencian? A nivel local en casi nada. Pero llevan la impronta en sus siglas, en sus símbolos. Pero no en sus hechos. Es raro ver a algún político que viva su vida privada según su ideología de partido. Una cosa es predicar y otra diferente dar ejemplo. No es raro ver concejales y alcaldes de izquierda que se pelean por ir en lugar preferente en las procesiones, codeándose con las fuerzas del orden público, para que se les vea. Llevan grabado a fuego lo que mandan sus estamentos superiores.
Y cuesta votar, a nivel local, a los que nos traicionaron a nivel nacional en nuestras convicciones ¿Vas a volver a votar a los que nos llevaron a la guerra de Irak? ¿O a los que nos metieron en la OTAN? ¿Y a los que nos retrasaron la edad de jubilación o nos recortaron el estado de bienestar?

Algo no funciona como debiera.

Demagogia

¿Crees a algún político cuando echa la culpa al de enfrente de lo que nos acontece? Cuando todo lo que ocurre no es más que una sucesión de hechos que vienen rodados por la forma de vida que gastamos. Es la inercia del Sistema.
¿Quién inicio ese movimiento? ¿Es que los parados de ahora o la crisis que dicen que nos atenaza no es el resultado de un mercantilismo o neoliberalismo alimentado por todos los partidos?
Ya han pasado por el poder derecha e izquierda y esto sigue igual. Es difícil cambiar el rumbo siguiendo las normas establecidas. Los de arriba son los de arriba y los de abajo, pues eso, los que mantienen el Sistema.

            Somos capaces de suponer lo que va a pasar con las pensiones de aquí a 25 años y tomamos medidas, y no lo hemos sido de saber hacia dónde nos llevaba tanto crecimiento descontrolado, tanta especulación inmobiliaria, tanta corrupción,  tanto ganar dinero la banca, las multinacionales. ¿O es que no nos interesaba mirar al futuro entonces? ¿Quién hubiera dejado de ganar si se hubieran tomado las medidas adecuadas en su momento? Bancos y negocios inmobiliarios. Grandes capitales. ¿Y quién va a perder ahora? Porque recuerdo que no es lo mismo dejar de ganar que perder. Y mientras que los bancos dejan de ganar una parte de sus ingentes ingresos, los trabajadores pierden lo poco que tienen (su poder adquisitivo, su trabajo, su casa, su dignidad…)
Todos y cada uno de los que tienen capacidad de decisión son los responsables de la sociedad en que vivimos. Y todos y cada uno de nosotros también, por conformistas. Tenemos lo que nos merecemos. Si no peleamos por lo nuestro, nadie lo va a hacer por nosotros.

Es para pensar…

           
¿Sindicatos? A quién le interesan.

El Sistema ha canalizado tan civilizadamente las quejas, está todo tan protocolizado, tan organizado que esto no hay dios que lo deshaga. Qué guapos todos ante las cámaras firmando los nuevos acuerdos, gobierno, patronal y sindicatos. Eso sí, sacan estos últimos un poco de pechito y dicen firmamos porque queremos, que si no… Hay que guardar las formas y mostrar un poco de dignidad. Pero a mí no me engañan.
            ¡Si hasta les ha felicitado el Rey personalmente! Esto es para mear y no echar gota.
            La única manera de protestar es teniendo representación. Y la manera más sencilla y rápida es afiliarte a alguna de las formaciones ya establecidas. El problema es que todas son estómagos agradecidos, mantenidos por el Estado. Y a la vez beneficiadas o perjudicadas por el gobierno de turno. Depende del color que sean ambos.
            A esto hay que sumarle que la gran mayoría de los sindicalistas no tienen ninguna vocación sindical, sino que les mueven intereses particulares, ya sea defender exclusivamente lo suyo o conseguir trabajar cerca de su casa en el sindicato dejando de lado su profesión.     Y claro a la hora de plantar cara ya sabemos lo que pasa. Gritan para justificarse a si mismos, para que veamos que hacen algo, pero lo hacen en bajo para que no llegue a ningún sitio la protesta ¿Que ha pasado con la última huelga general? La convocaron meses después de que la gente estuviera caliente, meses después de que el gobierno anunciara sus medidas anticrisis y contra el estado bienestar que tanto cuesta conseguir. Años de lucha para que, de un plumazo, derriben parte de él.
             Dejaron enfriar la situación para que no se les fuera de las manos. La gente estaba dispuesta a protestar, pero nos despistaron con algunas noticias escandalosas difundidas por los mas media. Y planificaron una huelga en diferido. Nos dejamos manejar de nuevo. ¿Dónde están los resultados? ¿Qué se ha conseguido?
Estamos alienados. Nos dicen cuándo, cómo y dónde tenemos que gritar. Y hasta nos modulan el volumen del grito. Parece que piensan: La población debe sentir que defienden sus intereses y el resultado es lo de menos.
Mandan los que tienen representación. Y para tener representación tienes que tener respaldo económico. Aquí esta la trampa de nuevo. Y ¿de donde viene el dinero? Los sindicatos mayoritarios, en España, reciben ingentes cantidades para su manutención.
Pues eso, que lo tenemos jodido para discrepar. Para discrepar y que sea escuchado y se actúe en consecuencia. Solamente tienen cabida las opciones oficiales. Las que marca el sistema.
            ¿Creéis que si hubiera en España 4.700.000 parados reales sin subsidio, o con una prestación ridícula, no estarían en la calle saltándose hasta el toque de queda?

Es para pensar…

            Nos hacen trabajar más años, nos bajan los sueldos, nos merman las prestaciones sociales, abaratan el despido, pero tenemos más Km. de AVE que nadie, pagamos a los políticos o a los controladores o a los futbolistas cantidades desorbitadas, mantenemos unos niveles de corrupción-especulación que tiran para atrás, la banca gana lo que no está escrito, y aún inyectamos dinero público para que se mantenga el mismo sistema. Es una inmoralidad y una falta de respeto por el prójimo, que una persona gane barbaridades y otras –muchísimas- en cambio no tengan un sueldo mínimo para mantenerse.
            Y los sindicatos firman. ¿El qué? Aún no me he enterado. Debo ser un poco torpe.

Es para pensar…

Papá Estado

            Exigimos prestaciones absurdas y niveles de protección que rayan en lo ridículo. Queremos que Papá Estado esté presente en todo y nos dé todo lo que se nos antoja. (Si hay una tormenta de nieve exigimos tener las puertas de las casas limpias a los 10 minutos y qué decir de las carreteras… Si hay inundaciones en nuestra casa, porque hemos edificado en una rambla, queremos ayudas ¡ya! Si nos tropezamos en un bordillo, denunciamos al ayuntamiento de turno… Si aparecen cucarachas en nuestra casa demandamos al consistorio que nos desinsecte. Si el negocio nos va mal reivindicamos subvenciones. Y si prohíben fumar dentro de nuestros bares, pedimos ayudas a Papá Estado para acondicionar las terrazas…)
            Pero Papá Estado, si realmente quisiera velar realmente por los intereses de sus hijos, sabría que, no se puede conceder todo lo que piden. Que hay que saber educar y saber administrar. Y saber decidir las prioridades.
            Los gobiernos de turno, encargados de tutelar el Estado a medio plazo, no pueden hacer concesiones según quién o según el volumen de la protesta, y conceder, cueste lo que cueste. El caso es que no les cuesten a ellos las siguientes elecciones. Para eso hay ingentes cantidades de asesores y cargos de responsabilidad que su única función es la de planificar, coordinar y organizar.
            No se controla el gasto, se despilfarra.  Nadie vigila de forma eficaz si todas las ayudas que se dan realmente son necesarias. El gasto sanitario se modifica según mandan las industrias farmacéuticas, si no véanse las últimas recomendaciones de la OMS en cuanto a vacunaciones de gripe A, o cómo se estrujan las patentes de medicamentos de primera necesidad hasta agotar los plazos, y así suma, y sigue… Pingües beneficios que se dice.
            Y qué decir del sistema educativo. Gastamos en recursos, en personal, en planes y programaciones, pero seguimos estando a la cola de los países de nuestro entorno. Cuántos cambios para no llegar a ningún sitio. Y cuánto gasto mal invertido. Homologados con el resto de Europa ¿? A mi me suena a parche tras parche.

Es para pensar…
           
¿Quién administra?

            Nos planteamos seguir haciendo pantanos y no nos damos cuenta que el agua,  los recursos, son limitados. Esto no es infinito. No se trata de hacer obras faraónicas con lo que ello conlleva: costes económicos y medioambientales, irreversibles en muchos casos. Hay que saber ahorrar agua, administrarla adecuadamente y de forma racional. Usar sistemas  para regular el gasto. Ver dónde hay pérdidas y reparar esas conducciones.
            Y no dejar todo en manos de “los poderes”. Todos debemos ver dónde hay un escape y avisar para su reparación e incluso poner nosotros mismos el remedio.
            La economía debe ser algo parecido.
            No podemos tener de todo sin límite. No se puede tender al confort absoluto. No es sostenible, ni posible. Hay que llegar a un estado de equilibrio en el que no se debe crecer más, o al menos no tan deprisa. No se puede tener el grifo abierto continuamente y a la vez reclamar más agua porque se nos vacía el depósito. Tendremos que abrir cuando tengamos sed y cerrar cuando no sea imprescindible. Para tener reservas, por si viene una sequía. Hay que conseguir unas cotas mínimas y suficientes de bienestar. Y administrar para que duren, y a la vez intentar regenerar estos recursos (económicos, ambientales,…). Y repartirlas equitativamente entre la población. Y crecer todos a una. Somos muchos.
           
            Gobernar administrando la riqueza debe ser muy simple. Me sobra de todo, así que todo el mundo contento. Reparto sin administrar. Pero eso no es gobernar. Y la riqueza es limitada. Muy limitada en nuestro caso viviendo al tren que vivimos, y administrar a corto plazo no es inteligente.
            No se pueden dar golpes de timón solamente cuando hay tormenta, hay que saber anticiparse, que para eso hay sistemas de predicción meteorológica, y asesores más que suficiente como para que estudien las evoluciones de los mercados y prevean los movimientos necesarios. ¿Es que vamos a pensar que las cosas pasan de repente? ¿Que nadie se da cuenta de los acontecimientos que se avecinan? No me lo creo. Hay muchas cabezas pensantes y  puede que esto esté orquestado.
            Los bancos (el sistema financiero) que son los responsable del desmán económico en el que nos encontramos, nunca pierden. Han tasado las viviendas por encima de su valor real, con el fin de vendernos dinero (es su negocio) y ahora cuando han bajado los precios de estas, ellos se lavan las manos y se quedan tu vivienda, que antes valía mas que tu deuda (pero ahora no) y además debes seguir pagándoles. Y el sistema les apoya. El único que pierde es el hipotecado, y si el precio de la vivienda baja, más pierde este. Solamente tú, además de hipotecado hasta los cojones, asumes el riesgo, y lo curioso es que esta crisis la han creado ellos. ¡Qué negocio! ¿No?

Es para pensar…

Con el agua al cuello

            Las crisis conllevan cambios. Que la gente esté asfixiada y no tenga nada que perder y salga a la calle a la desesperada a reclamar lo que le corresponde parece que es la única manera de que los cambios sean visibles y tengan calado. Pero eso, quienes administran occidente lo saben bien, y saben hasta dónde apretar. Teniendo las necesidades básicas cubiertas, las ganas de protestar pierden fuerza.
            El patio está jodido (sobre todo para el que se queda en la calle) pero hay que escuchar lo que se dice fuera de los cauces oficiales. Hay mucha especulación y a eso se le da menos bombo, hay muchas diferencias sociales y el Sistema no es tan ecuánime como nos quieren hacer ver. Los que tienen siguen viviendo bien y los que somos mano de obra mantenemos el emporio. Cuando hace falta dinero urgente ¿a quién se lo quitan?
            Pero eso ya se hacía en la Edad Media, y antes aún. Cuando al señorito de turno le  faltaba dinero para su condado, aumentaban los diezmos. Más sacos de trigo, independientemente de la cosecha que hayas tenido.
¿Es que no hemos evolucionado? ¿Dónde está la imaginación de los asesores?
             
            Y la especulación continúa, y la corrupción, y la malversación de fondos, y el tráfico de influencias, y… Y da la sensación que solamente sale a la luz (y a los tribunales) una parte muy pequeña de todo este tinglado. La parte adecuada para cubrir el expediente y que figure que se actúa frente a esas prácticas. Un lavado de cara. Sale en los medios de comunicación a bombo y platillo durante una temporada y después periódicamente se airean los mismos casos para recordar que se actúa frente a estos delitos. Una medida para tranquilizar a la opinión pública, y para que el político de turno tenga argumentos suficientes a la hora de airear los papeles cuando le pregunten al respecto.

No parar

            Pensar de esta manera es bastante frustrante, y deprimente y da la sensación que no se puede hacer nada frente a la magnitud del sistema establecido y más teniendo en cuenta los poderes que lo manejan.
No podemos compararnos con los ciudadanos de los países que luchan actualmente contra los regímenes dictatoriales. Ellos tienen la fuerza de la necesidad. Pero sí debemos estar atentos y no perdernos entre los cojines del sillón. Las cotas de libertad que se van consiguiendo son frágiles y debemos de estar atentos y luchar porque el bienestar se mantenga y se reparta de manera adecuada.
            La información es poder. Por eso hay que saber buscar la información adecuada. No podemos quedarnos en la que se nos ofrece fácilmente por los medios oficiales. Hay que elegir bien y no caer en la vorágine.
            Y pensar. Y debatir. Y sacar conclusiones. Y expresarlas. Y confundirse. Y rectificar. Y crecer.
            Creo que para no caer en la desidia y dar todo por perdido, nunca como ahora hay que aplicarse el cuento: “Piensa globalmente y actúa localmente”.
           
             Y no dejar de pensar.


Chema. Enero- Febrero 2011


1 comentario:

  1. Reflexiones que muchos nos hacemos y que has plasmado de forma certera y sencilla. Envidio la actitud del Pueblo Egipcio espero que se nos pegue algo.

    Solo echo en falta en tu entrada el caso Wiki Leaks, a mi personalmente me parece alucinante la importancia y cantidad de información filtrada ¿... y que ha pasado? Julian Assange acusado de violación en Suecia entre otras cosas... es para pensar...

    Felicidades por tu entrada, espero sigas alimentándonos de tan buenas reflexiones

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